La pasión de escribir

    El escritor estándar trascribe sus ideas y emociones con entusiasmo y pasión; pero el arte real de escribir, es escribir una comedia cuando se está pasando por una tragedia. Escribir con el alma desgarrada, cuando ella apenas puede sostenerse para sobrevivir. Es escribir con hambre y necesidad, y aún así no rendirse. Es escribir con dolor y las manos agrietadas, los textos más hermosos. El arte de escribir no es utilizar palabras rebuscadas para impresionar, sino las palabras más precisas y sencillas, que tocan el alma del lector. Escribir es la acción para desnudar los sentidos, y hacer soñar a quien lee sus líneas. El arte de escribir es revalorar, el poder de las palabras.

     Escribir con arte, es estar al paso de la muerte, y recordar que aún hay un capítulo por continuar. Es el don de provocar un orgasmo de emociones, secuestrar al lector y sumergirlo en el entorno de nuestras historias, y no dejarle ir, hasta convertirle en nuestro cómplice. El arte de escribir, es evocar recuerdos ajenos, amores correspondidos, corazones rotos, y tal vez ausencias entrañables. Es transformar el sonido del teclado al escribir, en el latir de nuestro corazón y hacer de él un electrocardiograma sobre la página blanca. Escribir con arte es una serie de caricias que despiertan los sentidos, con las palabras sutiles y la gramática sensual, convirtiendo en su amante al lector. Es desmenuzar las emociones y empañarse los ojos frente a la pantalla, porque no existe mejor confidente, que la acción de escribir con el alma desnuda, y llenar las líneas vacías con nuestros secretos.

     El escritor que ejerce su arte, toma a la musa y la hace suya, hasta dejarla exhausta y transformada en una serie de palabras, que encarnaran en el ser que la descubra. Escribir con arte es instruir al silencio, para que hablen las palabras escritas en el eco de los pensamientos, y enaltecer en un texto, suspiros robados, lágrimas emotivas, deseos prohibidos, anhelos perdidos, sueños inspiradores, secretos liberadores y un recuerdo olvidado. El arte de escribir, es la virtud de enamorar y seducir a tu lector. Es morir el escritor en el tiempo, pero jamás en las páginas inmortales del lector que lo evoca, glorificando su arte. Nadie escribirá sobre mí, porque esa es mi labor y mi pasión, y dejaré mi alma en la pluma, hasta que de ella emane la última gota de sangre, hecha tinta, hecha palabra, y sólo el olvido pueda borrarle.